Fogonazos de reggae


Este sábado tuvimos el placer de estar en el Patio Maravillas (¡¡gracias a Xaime y a toda la gente del Patio!!) hablando de música jamaicana y sound systems en torno a Bass Culture: la historia del reggae, con los amigos de Bass Culture (el programa de radio), y después nos zambullimos en una sesión de bajos rotundos de Echo Chamber Roots Hi-Fi, una gozada.

El caso es que para la mesa redonda habíamos preparado entre todos (Acuarela y Bass Culture) un mini guión con ideas que nos sugería el libro y queríamos compartirlo en el blog para extender el debate. Es un borrador de fogonazos que utilizamos para iniciar la conversación, si queréis un texto más elaborado, gran parte de las ideas están recogidas en el prólogo del libro: Una cultura supersónica.

Y para acompañar la lectura, os invitamos a
escuchar a Víctor y Santi a los mandos del Bass Culture Reggae Radio Show.



1. Distancia entre público español y música/tradición afrocaribeña.

Desconocimiento del reggae y su contexto, que implica una fácil instalación de clichés. Cliché como mecanismo de desafección y engaño. Reducción del Roots & Culture a la idea de colgados fumetas.

- Los clichés: el porro, la música tropical (superficial) para darse un baño en aguas cristalinas. En este sentido, Bob Marley: la paradoja entre lo mucho que hizo por su pueblo, por el reggae y por las ideas rastas, y cómo al final sirvió (no por culpa suya sino por el proceso fagocitador de la industria musical globalizada) para crear los clichés, para eclipsar todo lo que había detrás.


2. Sound system como originador (contexto inicial) y dinamizador de la música jamaicana.

Breves apuntes históricos.


3. Baile colectivo como ritual y forma de exorcismo. Sound system como altar, templo y ágora.

- el baile como terapia, como ritual, exorcismo, como punto de encuentro y colectividad. La fiesta como elemento revolucionario. Es curioso que para una parte importante del público occidental la música hecha para bailar ha sido casi un pecado durante mucho tiempo, no es "cool", tiene un estigma, como por ejemplo lo tuvo la música disco durante mucho tiempo. Quizá esto muestra hasta qué punto en la sociedad occidental estamos "separados" de ese sentimiento tan natural, revelador y reparador como es dejar que el cuerpo fluya al son de la música.


4. Sound system como herencia y actualización de la tradición oral. Memoria viva del éxodo forzoso, del horror y de la resistencia a la esclavitud. Voz de los sin voz, en un doble sentido (los que ya no están y los que estando son silenciados).

- el reggae como cultura oral, como forma de conectar con la tradición del propio pueblo, como forma de conciencia colectiva, de historia colectiva, un aspecto que ya de por sí me parece hasta cierto punto revolucionario y rebelde, ya que los blancos habían tratado de cortar esos vínculos. En ese sentido el reggae, igual que los tambores de los esclavos en las plantaciones, es música contestataria. La fiesta como elemento revolucionario, en la que se rompen las jerarquías.

- el sound system como foro, como centro social, lugar de encuentro, periódico de la calle. El sound system es el centro de todo el libro y el corazón de la música jamaicana, y es lo que más me llama la atención como diferencia con el consumo occidental de música, que en gran medida (no todo) se hace de manera "mediada" (a través de algún tipo de soporte, ya sea mp3, cd, vinilo, dvd, youtube, televisión, radio) o con una clara separación entre artista (encima del escenario) y espectador. No es que en Jamaica no exista esa separación, pero sí que es mucho menos clara y que el público juega un papel central en el proceso ya que el objetivo, al final, es bailar y no tanto "escuchar", "bailar" es "activo" y "escuchar" es un concepto obviamente más pasivo. En el baile el público se convierte en estrella. Every nigger is a star.

5. Sound system como núcleo de la experiencia musical jamaicana y como centro de un proceso de creación colectiva.

Baile colectivo (y no mercancía, disco u otros soportes de grabación) como centro del proceso. Musicar, musicking.


6. Bass Culture: Base Culture. Música popular, desde abajo, por y para las de abajo. Música que empodera y otorga identidad. Música y cultura de una comunidad que baila.

- el aspecto "popular" del reggae. Música "vulgar" para las clases bajas, y por eso música que da una identidad. Una constante de la música jamaicana en este sentido es la capacidad para borrar "separaciones": entre artista y público, entre jóvenes y mayores (obviamente no en el dancehall moderno), entre clases sociales, entre lo grabado y lo directo…


7. Poder curativo del sound system. Cuerpos atravesados por vibraciones graves. Cabeza vs Cuerpo (Jah Vego). Cerebro vs Víscera.

- los graves/bajos como potencia terapéutica y revolucionaria. Son terapéuticos por razones obvias (el efecto sanador de las vibraciones sobre el cuerpo, que quizá remiten al vientre materno) y revolucionarios porque conectan con los tambores africanos de revuelta, porque son una reivindicación de la identidad propia/orgullo frente al opresor, porque el mismo sonido da una sensación de poder, de potencia y capacidad al pueblo.

8. Rastas como Panteras Negras Jamaicanas. Black Power.

- Los rastas. El poder de la creación de los mitos (Babilonia, los leones, Selassie), el black power, el orgullo, la religión-espiritualidad como poder revolucionario (algo impensable para mucha gente en Europa, por ejemplo). La capacidad creativa/revolucionaria del lenguaje en los rastas. El despertar de la conciencia.


9. Espiritualidad, mitología y simbología. Selassie y África como símbolo y demostración de potencia, de capacidad de hacer una lectura propia, una reconstrucción de la historia y un lenguaje propio.

Chant Down Babylon. Poder de la palabra. Tradición oral. Palabra, poder y sonido.


10. Roots y Dub como expresión musical rasta.
Alegría desbordante y tristeza oceánica. Sentirse vivo en el baile aún consciente de una pérdida esencial. Lamento por la pérdida, horror de la esclavitud, pero potencia creadora y regeneradora de la resistencia.


11. Dub como Reggae Cubista. Expresión mística, minimalista y terapéutica de una conciencia expandida.

- el dub como forma de música colectiva. El corta y pega, el reciclaje del pasado, el remix, cultura libre pura y dura. Sin miedo al "plagio" (ausencia de copyright, una suerte para los jamaicanos). El papel del ingeniero como creador. Artesano VS artista. El ingeniero como un "artesano" al que se le reconoce una potencia creadora que en otras culturas musicales solo se reserva a los "artistas". Por otra parte, el dub tiene ese poder hipnótico-terapéutico exorcizante, y también la conexión a África a través de los graves y precisamente de ese viaje hipnótico en trance, aunque sea de manera fragmentada, como no podía ser de otra manera.


12. Influencia del dub otras músicas (hip-hop, música electrónica…) y expansión por todo el globo.- música hecha por el pueblo para el pueblo VS música de consumo para los mercados globalizados.

0 comentarios:

Publicar un comentario